Innovación empresarial: acciones para lograr una aptitud diferencial y ventaja competitiva.
La capacidad que tienen las organizaciones para innovar es uno de los principales factores que impulsan el crecimiento económico, el aumento de los niveles de bienestar y el desarrollo de la sociedad.
La innovación depende tanto de las aptitudes internas de las compañías como de su disposición para interactuar con otras partes interesadas, para transformar el conocimiento en valor para sus clientes.
Sin embargo, tener la capacidad de introducir novedades en las empresas no es sencillo. Aunque todas las organizaciones innovan de alguna u otra manera, no necesariamente lo hacen de forma sustentable y el impacto real de los proyectos pasa desapercibido en los resultados del negocio.
Para que la innovación sea realmente una aptitud diferencial y una ventaja competitiva, es necesario analizar y aprender de otras empresas que lo han hecho exitosamente, teniendo clara la importancia de evitar los errores o replicar acciones que puedan representar un retroceso.
¿Cómo ser innovadores y permear esta cultura en la organización? Difundir este proceso de forma holística llega a ser una tarea de meses o años; sin embargo, la agilidad con que las empresas adopten esta forma de pensar se reflejará en sus logros.
En la actualidad, innovar es imperativo para la supervivencia de una empresa en un entorno cada vez más retador y cambiante, pero se trata de una capacidad que requiere una planeación y ejecución adecuadas. Ambas características permiten que la innovación permee en la cultura de la organización y brinde los resultados de negocio esperados.
Para que la innovación sea realmente una aptitud diferencial y una ventaja competitiva, es necesario analizar y aprender de otras empresas que lo han hecho exitosamente.
Argenis Bauza. Socio de Asesoría en Transformación Digital de KPMG en México.
KPMG es una red global de firmas profesionales con operaciones en 153 países que proveen servicios de auditoría, impuestos y asesoría.
*Las ideas y opiniones expresadas en este escrito son del autor y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México y/o de Grupo Auge.